¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA SOCIEDAD ACTUAL?
Los hechos de violencia arrebatada, explosiva y vacía de todo raciocinio se multiplican ante la sorpresa de todos; pero la pregunta es: “¿por qué?”. Porque tristemente, la sociedad sólo trabaja en la apariencia, lo que la incapacita para no poder hacer algo por lo que realmente está descomponiendo, corrompiendo y contaminando el tejido social y transformando a esta generación en una generación zombi.
La sociedad, es un iceberg que oculta el verdadero mal: frustraciones, resentimientos, vacíos, cansancios, soledad e incomprensión, que va incubando conductas violentas y perversas para que en su momento se manifieste el vandalismo, agresiones, asesinatos, violaciones, delincuencia extrema e insensibilidad familiar; siendo esto último, lo que nos degrada como seres humanos y nos transforma en seres instintivos y bestiales.
Las obras materiales son externas y dan imagen y belleza urbana a nuestras comunidades; pero el iceberg social, está sacando lo que se ha incubado por años y en lo que poco o nada se ha trabajado.
No veo un trabajo serio y responsable por parte de los padres para educar a sus hijos y cuidar sus corazones para mantenerlos sanos y enfocados en el bien.
La falta de educación formativa en el hogar, hace que los niños se llenen de basura mental, que posteriormente descargan a través de sus bocas y acciones.
La mayoría de los niños y jóvenes están creciendo sin una guía, y acumulando sentimientos dañinos, para adaptarse de manera auto destructiva y violenta ante el abandono que viven.
No justifico los hechos recientes de violencia extrema, pero, ¿cómo fue la infancia del hombre que atacó en Las Vegas, del que atacó la iglesia en Texas, de los presos que extorsionan desde las cárceles, de los gobernadores corruptos, de los políticos que sólo piensan en ellos, de los que se roban lo que se dona para los damnificados, del hombre que disparó en nuestra ciudad a diestra y siniestra? ¿Cuánta frustración y maldad habrá acumulada en sus corazones?
Lo que estamos padeciendo, es la consecuencia de las omisiones o lo que dejamos de hacer o no hicimos, por no saber o no estar dispuestos a trabajar en lo que no se ve, como lo es la formación transpersonal, lo espiritual, o todo aquello que requiere atención, educación, amor, comprensión, disciplina y un modelo de vida.
Nos enfocamos en lo que vemos, en la apariencia de las cosas y ahora estamos siendo afectados por lo que no vemos o no quisimos ver para trabajar en ello.
Trabajar en lo que no se ve, es lo que todos conocemos como trabajo preventivo.
Esto se complica, cuando las autoridades también están contaminadas de insensibilidad; y se agrava, cuando la corrupción confirma que lo único que importa es lo material y no la vida y la estabilidad de la sociedad.
Quizás muchos vean estas líneas como algo extremo, pero es lo que se ha venido señalando por años, y en lo personal, lo alertamos en el año 2006 cuando surgió el proyecto de cultura Unidos por la Paz, sin embargo, seguimos apostándole a lo material y con ello incubando lo que hoy nos está asustando.
No quiero ser alarmista, pero nos encontramos en el límite y en la última llamada para hacer algo en lo que no se ve, si es que deseamos cambiar lo que se ve.
