El abordaje científico de la espiritualidad
En el desarrollo de la humanidad, la espiritualidad, ha sido y es, un punto fundamental para el logro, éxito, avance y estabilidad de las personas, familias e instituciones.
Sin embargo, la espiritualidad es algo que no terminamos de comprender del todo. En algunos de los casos por desconocimiento, y en otros, por confundir la espiritualidad con la religión.
La falta de espiritualidad en el mundo, ha generado la creciente descomposición social que vivimos.
La crisis de corrupción y prepotencia, que se echa de ver en el país y en el mundo, nos habla del grave retraso en la preparación mental y espiritual que padecen algunas autoridades para el manejo del poder y el dinero.
Durante el pasado Congreso de Salud y Educación Integral, realizado en la ciudad de Los Mochis, los días 31 de octubre y 01 de noviembre de 2014, me tocó dictar una conferencia sobre la importancia de la espiritual en el mundo actual, y puntualicé lo siguiente.
Hablar de lo espiritual, es hablar de cosas verticales, sublimes, transpersonales y del Pneuma del hombre.
Lo espiritual, implica valores sublimes y profundos, como: amor, integridad, honestidad, respeto, tolerancia, misericordia, caridad, apertura, sacrificio, etc.
La espiritualidad, es consecuencia de un despertar de conciencia; y la contra parte de lo espiritual, es lo natural: lo instintivo, el yo antes que el nosotros, la apariencia, la letra, el conocimiento, los tecnicismos, las rutinas, el hambre, la sed, el sueño, el sexo y las necesidades materiales.
¿A qué se expone el mundo cuando no practica lo espiritual? Termina sobrevalorando lo horizontal o material así como sucede en nuestros tiempos, cayendo en descontrol, desenfreno, corrupción, maldad y violencia.
¿Cómo podemos identificar a una persona espiritual? Una persona espiritual, exhibe equilibrio, congruencia, razón, sensibilidad, entendimiento y diálogo.
Lo espiritual, es la consecuencia de una vida, fundamentada en principios y no en usos y costumbres. Es el resultado de una vida en orden, disciplina, autoimagen, autocontrol, automotivación, empatía social y habilidades para la socialización.