EL CAMBIO ES POSIBLE
Me agrada hablar de lo bueno que sucede en mi vida y en la vida de los que me rodean; así como dar mensajes cargados de optimismo y positivismo, para inspirar, motivar e inducir a la superación; con el ánimo de que las personas piensen y se enfoquen en el bien, para nuevos y mejores hábitos.
Lo fundamental en esta vida, es dejar de hablar de lo malo. ¿Por qué? Porque al hablar, aceptamos y procesamos mentalmente las cosas de las que estamos hablando, y nuestra condición humana, es atrapada por todo lo que se considera famoso, sea bueno o malo, surgiendo de esto el morbo por conocerlo. Cuando el morbo se arraiga, ya no nos importa si las cosas son buenas o malas, porque sólo deseamos conocer lo que es famoso, y hasta una selfie queremos para subirla al Facebook.
Pero cuando el morbo es superior a la formación y a los valores que rigen la vida de las personas, se vuelve un mal social, porque cada día hablaremos más de lo malo que de lo bueno. ¿Qué sucede cuando hablamos más de lo malo que de lo bueno? Las personas, principalmente los niños, adolescentes y jóvenes, se convencen que no es tan malo lo que se dice. Y cuando lo malo empieza a dominar, no es porque sea poderoso, sino porque lo hicimos FAMOSO y lo arraigamos en la mente de las personas.
Tristemente, la sociedad termina aceptando lo que debería de reprobar y rechazar, y no sólo porque contamina nuestras conversaciones sino porque destruyen la armonía social y por ende la visión de las nuevas generaciones. Recuerda, que cuando algo es admirado, la mente débil se idolatra y desea conocerlo a como dé lugar. Cuántas veces hemos visto la forma en que los medios hacen famoso a alguien aun cuando no posean talento, como fue el caso de los 15 años de Rubí. Esto dificulta desarraigar algunas costumbres, hábitos o conductas sociales, pero tampoco es algo que sea imposible.
Para desarraigar lo malo, necesitamos trabajar en el área transpersonal de los seres humanos, pero, ¿cómo funciona esto? Los humanos somos, seres tripartitas: Soma, Psique y Pneuma; y lo que más hemos desarrollado en la sociedad, es el Soma o cuerpo biológico o instintivo. Esto lo hacemos cuando nos dedicamos a satisfacer al cuerpo sin el contrapeso de alimentar el Psique y el Pneuma.
El psique, mente o alma, es la que recibe la información que nos hace razonar, y ésta funciona, cuando nos hacemos adeptos a la buena lectura, las artes, o admiramos y practicamos todo lo que sea cultura y superación.
El Pneuma, es la parte espiritual del ser humano, y se alimenta por medio de los principios de vida, amor, fe, esperanza y servicio al prójimo.
Entonces, ¿por qué se arraiga lo malo en los seres humanos y la sociedad? Porque no hay un equilibrio entre el Soma y el Pneuma.
La solución, no consiste en atacar lo malo, porque el cambio inicia cuando las personas trabajamos en nuestra mente (alma), para dejar de hablar de lo malo y desarrollar la parte transpersonal para darle sentido y prioridad a lo bueno.
Una vez que cada persona hacemos conciencia para cuidar nuestro cuerpo, alimentarnos mejor y evitar los excesos, para trabajar en nuestra mente y recibir información que nos cambie y nos transforme, y para desarrollar habilidades espirituales que nos permitan amar, cuidar y servir al prójimo; entonces, necesitamos hacer equipo con los que hacen lo mismo, para crear lo que se conoce como fortalezas sociales u organizaciones ciudadanas con una visión de cambio que detonen mejoras y transformación.
